Gripe: derribando mitos y aceptando las verdades


Gripe: derribando mitos y aceptando las verdades
Con la llegada del frío, una de las enfermedades más frecuentes es la gripe. Seguramente la hayas tenido alguna vez: aparece de golpe, con fiebre, tos generalmente seca, secreción nasal y dolores musculares.
Pero, ¿sabés realmente qué es la gripe?
La gripe es una infección respiratoria provocada por virus, principalmente de los tipo influenza, que se propagan fácilmente entre personas. Son los principales responsables de los cuadros gripales que vemos cada año, sobre todo en otoño e invierno.
La infección viral suele durar alrededor de una semana y afecta principalmente la garganta, los bronquios, la nariz y, ocasionalmente, los pulmones.
Puede ser contagiosa desde un día antes hasta 7 días después del comienzo de los síntomas.
Desde que una persona entra en contacto con el virus hasta que aparecen los primeros síntomas pueden pasar entre 1 a 7 días, aunque lo más habitual es que se manifiesten entre el tercer y quinto día.
El contagio es muy fácil: el virus se transmite a través de las gotículas infecciosas que se liberan al toser, estornudar o hablar, y también al tocar superficies contaminadas y luego llevarse las manos a la cara. Por eso, es importante conocer la enfermedad para saber cómo prevenirla y evitar su propagación.
DATO CLAVE: como la gripe es causada por un virus, no se trata con antibióticos, ya que estos actúan solo contra bacterias.
¿Cómo podemos prevenirla?
Las medidas de prevención son simples, pero muy efectivas.
- Lavarse las manos con frecuencia, utilizando agua y jabón, especialmente después de estar en espacios públicos o de tener contacto con personas enfermas.
- Usar alcohol en gel.
- Cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar, preferentemente con el pliegue del codo o un pañuelo descartable.
- Evitar tocarse la cara (ojos, nariz y boca) sin haberse lavado bien las manos.
- No compartir vasos, cubiertos ni objetos personales, sobre todo si alguien está enfermo.
- Ventilar los ambientes, esto ayuda a renovar el aire y disminuir la concentración de virus.
- Consumir alimentos con alto contenido en micronutrientes que favorezcan el sistema inmune como la vitamina C.
- La vacunación es la forma más eficaz.
¿Por qué es tan importante vacunarse contra la gripe?
La gripe puede ser una enfermedad leve, pero en personas con factores de riesgo puede provocar complicaciones graves, internaciones e incluso la muerte. Por eso, vacunarse contra la gripe cada año es una de las medidas más efectivas para cuidarse y cuidar a los demás.
Las vacunas antigripales son seguras y eficaces. Con el tiempo, las defensas que genera nuestro cuerpo luego de la vacunación disminuyen, y además el virus de la gripe cambia constantemente. Por eso, la vacunación debe ser anual: cada año, las vacunas se actualizan para incluir las cepas más frecuentes que están en circulación.
Es importante aclarar que la vacuna antigripal no contiene virus vivos, por lo tanto no puede causar la enfermedad. A veces, después de vacunarse, algunas personas pueden presentar síntomas leves similares a los de un resfriado, pero esto no es gripe ni significa que la vacuna “falló”.
También puede ocurrir que una persona se vacune cuando ya estaba incubando la enfermedad, o que se contagie otro virus respiratorio con síntomas parecidos. Aun así, estar vacunado siempre ofrece una ventaja, porque ayuda a que el cuerpo esté mejor preparado para defenderse.
La vacuna se recomienda especialmente para:
- Personas mayores de 65 años.
- Mujeres embarazadas.
- Niños de entre 6 meses y 5 años.
- Personas con enfermedades crónicas como diabetes, asma, enfermedades cardíacas, respiratorias o inmunológicas, entre otras.
- Trabajadores de la salud o cuidadores de personas de riesgo.
MITOS Y VERDADES SOBRE LA GRIPE
“La gripe es solo un resfrío fuerte”
MITO: aunque pueden parecer similares, no lo son. La gripe tiene un inicio súbito, con fiebre alta, dolores musculares intensos y gran decaimiento. El resfrío, en cambio, es más leve y progresivo.
“Si me vacuno me voy a enfermar”
MITO: La vacuna antigripal está hecha con virus inactivados, por lo tanto no puede causar gripe. Si después de vacunarte tenés síntomas leves, puede ser por otra infección viral o porque ya estabas incubando la gripe antes de generar defensas.
“No me vacuno porque nunca me agarra”
MITO: No vacunarse es un riesgo, especialmente si estás en contacto con pacientes de riesgo. Además, el virus puede cambiar cada año y tu sistema inmune puede no estar preparado.
“Hay que vacunarse todos los años”
VERDAD: La protección de la vacuna no es permanente y el virus de la gripe muta constantemente. Por eso se actualiza cada año y se recomienda una dosis anual.
“Los antibióticos ayudan a tratar la gripe”
MITO: La gripe es causada por un virus, y los antibióticos sólo funcionan contra bacterias. Solo se indican si hay una complicación bacteriana, como una neumonía.
“Me puedo contagiar la gripe por tocar objetos”
VERDAD: El virus de la gripe puede vivir en superficies por un tiempo. Por eso es importante lavarse las manos con frecuencia y no tocarse la cara con las manos sucias.
“Salir sin abrigo o tomar frío produce gripe”
MITO: La gripe suele aparecer con más frecuencia en los meses fríos, lo que lleva a pensar que “el frío enferma”. En realidad, lo que sucede es que el frío puede debilitar las defensas y favorecer el contagio, pero no es la causa directa de la gripe: el responsable es el virus.
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